La asamblea conjunta que reúne a hermanos, hermanas y rama secular ha tenido lugar entre el 29 y el 30 de agosto en nuestra casa San José, en El Escorial. En ella han compartido tiempo y oración, cargando así las pilas para poder vivir la misión SSCC este próximo curso. Compartimos con vosotros el testimonio de algunos participantes:
Mas de un centenar de personas -hermanas, hermanos y rama secular- hemos participado de la asamblea conjunta que cada dos años nos reúne en El Escorial. Se trata de un espacio de encuentro y convivencia para reflexionar sobre nuestra identidad y carisma SS.CC., así como para seguir generando vínculos y momentos compartidos de ocio entre las tres ramas que nos ayuden a crecer en fraternidad.
A lo largo de esas poco más de 24 horas, también ha habido espacio para descubrir experiencias inspiradoras de vida compartida por parte de otras familias religiosas, así como reflexiones en pequeños grupos con representación de edades, géneros y estados de vida diversos. Todo ello, teniendo siempre presente a nuestro señor Jesús, que da sentido a nuestra vida, con momentos de oración, adoración y en la eucaristía final de cierre de la asamblea. ¡Gracias a todos por hacerlo posible y por la gran participación!
Yolanda Camargo, miembro de la Rama Secular
Después de unos años de paréntesis retomamos las reuniones conjuntas de las tres ramas. Esto ha supuesto una gran alegría. Retomar nuestros encuentros nos posibilita profundizar nuestro conocimiento y acercarnos más, y este conocernos un poco más nos habla de un cariño real y hasta un poco de orgullo como Congregación, de ser y celebrar juntos lo que somos.
Hemos hablado de nuestro carisma, ese contemplar, vivir y anunciar que nos motiva y nos impulsa. En una sociedad y en una Iglesia como la que nos toca vivir, nuestro carisma tiene una total actualidad que nos urge a una coherencia exigente y gozosa. Su apertura y actualidad, tan válida como en el momento de la fundación, nos abre a la diversidad de todas nuestras presencias y nos da “alas” para soñar con la posibilidad de algún proyecto, aunque sea muy pequeño, de una manera conjunta. Los momentos de ocio, en los que hemos tenido la posibilidad de encontrarnos de manera informal han sido, no de manera marginal, un punto importante en la asamblea, dándole una profundidad especial.
Nos vamos con alegría, dando gracias por el encuentro, con ganas de seguir trabajando juntos y posibilitar la próxima asamblea.
Aurora Solar ss.cc.
Lo compartido en estos días ha dejado una huella profunda en mi corazón. Somos diferentes, pero nos necesitamos. Religiosos, religiosas y rama secular hemos descubierto que no solo compartimos un carisma, sino también una misma alegría: la felicidad plena que nace del amor de Dios y que, como un río imparable, nos conduce al amor fraterno… Y del amor fraterno volvemos siempre al corazón de Dios.
Nuestro carisma nos recuerda con ternura que estamos llamados a vivir con “sencillez y espíritu de familia”, formando “una sola familia religiosa en el mundo”, que se alimenta de la Eucaristía y se expresa en la fraternidad, la hospitalidad y la solidaridad. En palabras de San Juan: “El que no ama a su hermano, a quien ve, ¿cómo podrá amar a Dios, a quien no ve?”. Ese es el camino que quiero seguir: aprender a amar en lo cotidiano, en la comunidad, en la oración compartida, en la certeza de que juntos hacemos posible el Reino.
Gracias, Señor, por estos días, por cada persona que me ayuda a descubrirte y por enseñarme a tener encuentros verdaderos contigo.
Natalia Vidal, miembro de la Rama Secular
Tras la asamblea, los hermanos de mi comunidad comentábamos que ha sido un encuentro amable y que es una gozada verse todos juntos. Estamos muy contentos de compartir un tiempo con las hermanas y con la rama secular. Constatamos que todos estamos más mayores, pero con ilusión y empeño por profundizar nuestra relación. Ha sido un encuentro alegre e ilusionante.
Raúl Valverde ss.cc.
