Durante el 28 de febrero y el 1 de marzo se reunieron, como cada año, en la Casa San José, en El Escorial, los hermanos de la segunda etapa de Formación Permanente. Nos narra el encuentro Nacho Moreno sscc:
Los días 28 de febrero y primero de marzo fueron elegidos para convocar a los hermanos de la segunda etapa de FP, más o menos de 55 a 75 años, o algo así. Se tuvo la buena idea de invitar a algunos hermanos europeos de estas edades, y acogieron de buen grado la cosa Juan Carlos Tinjacá, de Lovaina y Ludger Widmaier, de Berlín. Se sumó también Rysczard Kociski, polaco africano, que como todo el mundo sabe está pasando un año de reciclaje en Martín de los Heros. Más locales, por edad: Michel, Raúl, Joaquín, Juanma, Nacho M. y Aurelio, el último novedoso en esta agrupación. Manuel Leal no pudo asistir por salud y Enrique, el hermano mayor, por atender a Juan Navarro, operado y hospitalizado en Puerta de Hierro. Todos llegamos a nuestra casa de El Escorial la noche del jueves.
La mañana del viernes se dedicó a la revisión de vida, con todo el grupo a la vez, por elección democrática o sinodal, según se prefiera. La pauta entregada por Enrique previamente se siguió con abundante creatividad. Cada uno pudo hacer un repaso sereno de su vida en este momento, a todos los niveles. Fue un momento de comunicación honda, con la intención de dejarnos ayudar compartiendo lo que va moviendo las cosas desde dentro.
Por la tarde nos fuimos de excursión a visitar el Real Monasterio de Santa María de El Paular, si bien al no pensarlo debidamente no pudimos visitarlo. Así que nos dimos un paseo hasta Rascafría charlando amigablemente. Tras la vuelta a casa y la cena, Enrique nos invitó a tomar un copazo de espirituosos diversos, a saber, whisky escocés, ron nicaragüense o bien orujo gallego. Momento de copa y conversación, Carlos al principio y Jeremías se unieron al festejo.
La mañana del sábado se dedicó a conversar sobre la Dilexit nos, con encargo de lectura previa. Convenimos que es una lectura que ayuda y anima a seguir adelante expresando nuestro carisma, alienta a profundizar en la devoción al Sagrado Corazón como una tarea que va más allá de un sentimiento, o de una imagen más o menos afortunada. Y que requiere un compromiso coherente con la centralidad de Jesús y su expresión de la encarnación del Amor de Dios. Resumir todo lo dicho es una tarea imposible, no se trataba de concluir nada, sino de compartir lectura y experiencia, también convicciones y la visión que cada uno aporta para el futuro.
Celebramos la Eucaristía que presidió Aurelio. Con la comida terminamos y cada uno volvió a su lugar. Buen encuentro, sensación muy positiva y agradecimiento.