Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Marcos 1, 14-20
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Sitio vacante: se buscan pescadores

Hay veces que es difícil entender a Jesús. Tiene un estilo peculiar. En este evangelio resulta que Jesús llama a pescadores, gente sencilla, humilde y discreta. Personas que se dedican el día entero a estar en el mar, húmedos, sucios y malolientes. ¿Os habéis imaginado lo que supone ser pescador? ¿Habéis visto los vídeos que aparecen en Tiktok de lo duro que es la vida en el mar del norte? Días largos, llenos de frío, con la humedad colada hasta los huesos, con el miedo a la tempestad, con el miedo a que el mar los descontrole, olas grandes… Parece que llamó a personas curtidas en humanidad, a personas que sabían lo que era transitar por las dificultades de la vida. Parece que llamó a unos cuantos que no eran muy sabios, pero que sí habían decidido cargar sobre sus hombros con la cruz que a veces puede suponer la vida.
Resulta que a estos buenos hombres los llamó a ser “pescadores de hombres”. ¡Tiene gracia! Quizás llamó a aquellos que tenían más capacidad para conectar con el corazón del hombre. Quizás llamó a aquellos que sabían que la vida, a veces no es fácil, pero que merece la pena vivirla desde la confianza puesta en Dios. Cuánto más humilde es la vida y el corazón de una persona, más universal suele ser su mirada y mayor capacidad tiene para conectar con las necesidades del otro.
¿Y si el Señor te ha escogido a ti? ¿Has pensado alguna vez que no tienes capacidad para aquello que te pide el Señor? ¿Te has considerado poca cosa ante Dios? Si es así…recuerda a quién llamó: se buscan pescadores. Quizás tú también estés llamado a ser pescador de hombres.