Del 1 al 6 de agosto se celebra la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Un encuentro en el que estará presente el papa Francisco, que asistirá del 2 al 6 de agosto a la capital portuguesa.
Nuestra Pastoral Juvenil y Vocacional ha querido priorizar la participación en esta gran fiesta de la Iglesia Católica y lo ha conseguido. 164 jóvenes procedentes de nuestras presencias en Málaga, Jerez, Sevilla (San Marcos y Los Remedios), Madrid (Martín de los Heros y San Víctor-Virgen de Mirasierra) y Barcelona (Padre Damián), se reunirán para disfrutar de este encuentro bajo el lema elegido por los Sagrados Corazones: «Levántate y ponte en camino». Partirán desde Madrid y Sevilla el día 31 de julio, con tiempo de recoger los ‘kits de peregrinos’ y participar por la tarde ese mismo día en el encuentro de españoles convocado por la Conferencia Episcopal Española.
Cada día nos irán llegando, a través de las redes sociales, video-testimonios de un grupo de jóvenes que, además de participar en la JMJ con nosotros, nos irán contando su experiencia en torno a lo más importante que van viviendo cada uno de los días. Además, el 2 de agosto tendrán un encuentro SS.CC. Nuestros jóvenes no estarán solos. Como religiosos de los Sagrados Corazones, participan Fernando Bueno, Nacho Domínguez, Alberto Gaitán, Tomás Esquerdo y José Luis Pérez También acompañarán al grupo Taku desde Barcelona y Claudia, prenovicia de nuestras hermanas SS.CC.
Durante la JMJ se vivirán dos momentos muy especiales: El Via Crucis, que se celebrará el viernes 4 de agosto y la Vigilia con los jóvenes, del sábado 5 de agosto. En ambas estará presente el papa Francisco. Nuestros peregrinos SS.CC. volverán el 6 de agosto, tras la Misa del Envío de jóvenes.
Fernando Bueno ss.cc., coordinador de la PJV SS.CC., espera que la experiencia de la JMJ sea «un momento de encuentro entre nosotros y con la Iglesia, donde cada uno pueda experimentar la alegría de la fe, de tener al Señor en el centro de su vida, de valorar la diversidad de la Iglesia que es parte de su riqueza y volver con el deseo de reformar su vida para ser más de Dios».
