«El testimonio de Juan el Bautista»
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
Jn 1, 29-34
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».
Después del tiempo de Navidad el texto del Evangelio que nos propone la misa de hoy está centrado en el testimonio que da Juan sobre Jesús. Recordamos que Juan es pariente de Jesús, hijo de Isabel y Zacarías. Que sus padres fueran ancianos y que no hubieran podido tener hijos en su larga vida, hace del nacimiento de Juan un hecho milagroso. El ángel Gabriel cuando explica cómo María concebirá a Jesús por obra del Espíritu Santo hace referencia al embarazo de Isabel y explica que “para Dios nada hay imposible”.
¿Y qué dice Juan de Jesús? ¿Cómo nos ayuda el Bautista a acercarnos a Jesús y contemplarlo?:
- Jesús es el “Cordero de Dios”. Este título remite a un pasaje del Antiguo Testamento, en el que Dios ordena a Abraham sacrificar a su hijo Isaac. Cuando llegan al monte Moria, Isaac le pregunta a su padre dónde está el cordero para el sacrificio y Abraham contesta que Dios proveerá el cordero. Finalmente Isaac no es sacrificado. Jesús, se presenta como el Cordero que Dios nos da para que podamos presentarlo -Él mismo se presenta- como ofrenda que agrada al Padre.
- Jesús “existía antes que yo”. No se trata de una afirmación cronológica, sino teológica: Jesús ha sido engendrado por el Padre en la eternidad.
- Jesús está ungido por el Espíritu Santo: Juan afirma así que Jesús es el Mesías, ha sido revestido con la fuerza del Espíritu Santo.
- Jesús es el Hijo de Dios: al final del pasaje Juan da testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios, el hijo amado como se escuchó cuando fue bautizado. El testimonio de Juan desvela el misterio de Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
José Luis Pérez ss.cc.