El canto acompañó durante toda la celebración. A cargo del mismo estaba el coro, compuesto por hermanos y hermanas, y miembros del coro parroquial de El Encinar (Salamanca), donde actualmente se ubica el noviciado.
Si siempre es emocionante celebrar la entrega y el amor del Dios que llama, en esta ocasión lo fue más aún, ya que hacía cinco años que no se celebraba una profesión temporal en la rama de los hermanos. Las caras y los gestos de muchos de los asistentes –y alguna que otra lagrimilla– bien dieron cuenta de ello.
Ésta ha sido también la primera ocasión en que Aurelio Cayón ss.cc. ha recibido unos votos como Superior Provincial. Fue él quien presidió la celebración y su presencia resultó más significativa si cabe, ya que él fue el Maestro de Novicios de los nuevos profesos durante cerca de 8 meses. Así lo hizo notar con humor Enrique Losada ss.cc. –quien ejerce actualmente como Maestro– en el rito de presentación de los candidatos.
Por otra parte, las lecturas expresaron con claridad la experiencia que de Dios han tenido Ignacio y Alberto: la experiencia de un Dios que los ha escogido, aun con su pequeñez, invitándoles a confiar. Es experimentar esto lo que les ha hecho descubrir que, aunque tenían muchas otras cosas en su vida como el rico recaudador del Evangelio, lo valioso para ellos empieza a ser ese Jesús que llama y acoge, y que les impulsa a correr hacia él.
Y es que hemos de recordar, como hizo Aurelio en la homilía, las palabras del Buen Padre en este 200º Aniversario de nuestras Constituciones: el Señor nos ha llevado de la mano… y a nuestros nuevos hermanos también. ¡Damos gracias!
Pablo Bernal Rubio ss.cc. |